El trabajo fin de carrera de una graduada por la UPM, premiado por el Colegio de Ingenieros Agrícolas

Contribuir a aumentar la biodiversidad en zonas urbanas, incorporando especies vegetales con escasas necesidades de riego y un artístico diseño inspirado en el entorno natural, son las claves del trabajo de Sandra Díaz González.


27.06.16

Sandra Díaz González es graduada en Ingeniería y Ciencia Agronómica por la Universidad Politécnica de Madrid (UPM). Su trabajo fin de carrera, titulado “Proyecto de construcción de un jardín vertical de 100 m2 en una vivienda unifamiliar en Santa Cruz del Retamar (Toledo)”,  ha recibido el Primer Premio de Proyectos y Trabajos Fin de Carrera del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Centro.

El trabajo premiado consiste en la redacción de un proyecto técnico de ingeniería que abarca todas las etapas de la construcción de un jardín vertical: desde el estudio climático y de soleamiento hasta el diseño del sistema de riego, pasando por la elección de especies, sustratos y sistemas de cultivo, el diseño del motivo artístico del jardín, el cálculo del muro de soporte y el plan de mantenimiento.  Para su desarrollo, la autora ha contado con la dirección de los profesores de la UPM Raquel Casas Flores y Alberto Masaguer Rodríguez como tutores.






Sandra Díaz González ha buscado que su propuesta contribuya a incrementar la captura de dióxido de carbono del aire, incorporando más de 24 especies vegetales con escasas necesidades de riego, entre las que destacan las del género Sedum spp., en alternativa a las conocidas arizónicas, lo que ayuda a aumentar la biodiversidad no solo de las propias plantas, sino también de los insectos, importantes para la polinización. En conjunto, se trata de un proyecto sostenible para un clima mediterráneo, que combina un diseño artístico y una cuidada estética inspirada en el entorno natural.

La autora del trabajo recibe con satisfacción el premio del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Centro, ya que “es un reconocimiento a todo el trabajo y esfuerzo realizado, no solo en el TFG  sino durante todo el grado”.  En la actualidad, esta joven ingeniera completa su formación como estudiante del Máster Universitario en Ingeniería Agronómica y Máster en Economía Agraria, Alimentaria y de los Recursos Naturales de la UPM.

El premio está dotado con dos años de colegiación gratuita, un iPad Mini de 16 GB  y placa conmemorativa.

Actividad investigadora

En la actualidad, esta joven ingeniera desarrolla su trabajo fin de máster de Ingeniería Agronómica en el Centro de Biotecnología y Genómica de Plantas (CBGP, UPM-INIA). Su trabajo se enmarca dentro de la línea de investigación de factores ecológicos y moleculares implicados en el endofitismo y la patogénesis de hongos, liderada por la profesora Soledad Sacristán, también tutora del proyecto. En el mismo, se realiza un análisis genómico y fenotípico de tres “aislados” con diferentes estilos de vida del hongo Plectosphaerella cucumerina, y su interacción con la planta Arabidopsis thaliana, mediante el uso herramientas bioinformáticas y experimentos de inoculación.

Al mismo tiempo, Sandra Díaz realiza sus prácticas curriculares en el Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riesgos Agrarios y Medioambientales (CEIGRAM) en el que también está elaborando su trabajo fin de máster de Economía Agraria, Alimentaria y de los Recursos Naturales, centrado en el estudio de la viabilidad del establecimiento de un seguro de rentas para agricultores de cereales de secano en el territorio español.

Arte, deporte e ingeniería

Deportista, especialmente aficionada al balonmano; amante de la música, alumna del conservatorio desde los diez años donde se educó trabajando en las composiciones de Mozart o Haydn, sus compositores preferidos. Con el tiempo, compartió su pasión por la música con la ciencia, en general, y la biología, en particular. Así descubrió la ingeniería agronómica, un campo de trabajo “muy diverso, con el perfecto equilibrio entre ingeniería y biología”. Ese fue uno de los motivos que determinaron su elección por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de la Universidad Politécnica de Madrid, integrada hoy en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas. En ella, además de adquirir conocimientos y una sólida especialización, ha desarrollado competencias y capacidades que encuentra “decisivas” para su desarrollo profesional y personal. Por su experiencia no duda en recomendar a las estudiantes preuniversitarias que sigan su camino a la hora de elegir qué estudiar en la Universidad.