La UPM colabora en la misión de la ESA que busca señales de vida en Marte

El Instituto Universitario de Microgravedad Ignacio da Riva suma la misión Exomars a una larga experiencia en control térmico y análisis estructural de instrumentos embarcados en  proyectos espaciales.


14.03.16

Este lunes día 14 de marzo la Agencia Espacial Europea (ESA) ha lanzado con éxito la primera fase de la misión ExoMars a bordo de un lanzador Proton desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán. Exomars 2016 consta de un orbitador, Trace Gas Orbiter (TGO), y de un módulo que demostrará tecnologías de entrada, descenso y aterrizaje en la superficie marciana (EDM). El satélite TGOtiene como finalidad analizar la composición de la atmósfera de Marte, buscando restos de metano y otros gases que pudieran dar pistas sobre procesos biológicos y geológicos activo; en definitiva, responder a la eterna duda de si alguna vez hubo vida en el Planeta Rojo.

TGO se mantendrá estudiando el planeta durante, como mínimo, un año marciano (un poco menos de dos años terrestres), y para sus observaciones utilizará cuatro instrumentos, uno de ellos es NOMAD (Solar Occultation in theInfraRed and Nadir and OccultationforMArs Discovery), que incluye dos espectrómetros de infrarrojo y uno ultravioleta de alta resolución para la identificación de los componentes en la atmósfera de Marte. Su gran capacidad para medir compuestos minoritarios, hasta cien veces mayor que los dispositivos empleados hasta ahora, empleará la técnica de la ocultación solar: observando cómo el sol se oculta tras el limbo del planeta (es decir, observando continuamente puestas de sol y amaneceres desde su órbita), podrá deducir los componentes que forman la atmósfera.




El instrumento NOMAD en las instalaciones del IDR/UPM.



El Instituto Universitario de Microgravedad Ignacio da Riva (IDR) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) ha venido participando en el desarrollo de NOMAD desde las fases preliminares del mismo, a través de diversos proyectos del Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación, y dentro de un consorcio internacional liderado por el Institutd'AéronomieSpatiale de Belgique (IASB) y donde también se encuentra el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA), del CSIC.

La contribución de IDR/UPM consiste principalmente en dar soporte de ingeniería a los equipos científicos, permitiendo que el instrumento se diseñe y construya de manera que se garantice su supervivencia y buen funcionamiento tanto durante el lanzamiento como durante las fases de operación. Es este un tipo de actividad que este centro de investigación de la UPM viene prestando desde hace años a instrumentos de otras misiones científicas, como Rosetta o Solar Orbiter. E igualmente dará soporte a la segunda fase de ExoMars, que desplegará un rover y una plataforma científica sobre la superficie de Marte en 2018.

Más concretamente, el IDR ha intervenido en NOMAD diseñando su subsistema de control térmico y realizando el análisis estructural del mismo.El subsistema de control térmico del instrumento NOMAD tiene como objetivo que las temperaturas de todos los componentes que lo integran se encuentren en cada momento de la misión dentro del intervalo para el que han sido diseñadas y los gradientes no superen los límites previamente establecidos. “La misión ExoMars representa un reto extraordinario en cuanto al diseño del control térmico de los instrumentos embarcados, como  es el caso de NOMAD, debido al ambiente extremo que soportará durante el viaje a Marte, la órbita alrededor del planeta, y la fase de descenso. Esto supone que el satélite va a estar sometido a cargas térmicas altamente variables lo que originarán en principio ambientes térmicos variables, que han afectado grandemente al diseño de la instrumentación científica”, señalan desde el IDR/UPM.






Por su parte, el análisis estructural se encarga de verificar el diseño de la  estructura y el cumplimiento de requisitos impuestos por el lanzador, previamente a la realización de ensayos mecánicos, de modo que se garantice la supervivencia del instrumento.

Gustavo Alonso, investigador principal del proyecto por parte de IDR/UPM y profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio, ha asistido al lanzamiento y se muestra muy emocionado “por la oportunidad de vivir de cerca esta fase tan crítica de la misión, que permitirá obtener información esencial acerca de nuestro vecino en el sistema solar, y ver así materializarse el resultado del esfuerzo que el grupo del IDR ha estado realizando durante los últimos años”.

Exomars, una colaboración entre la agencia espacial europea (ESA) y la agencia espacial rusa (Roscosmos), es una misión ambiciosa que permitirá conocer mejor Marte. En palabras de Leo Metcalfe, responsable científico de ExoMars, “conjuntamente, las misiones de 2016 y 2018 continuarán el éxito de la misión de la ESA, Mars Express, y la historia de la exploración, ya sustancial, en la búsqueda de bioseñales de vida marciana tanto en la atmósfera global (TGO en 2016) y en el subsuelo planetario hasta una profundidad de dos metros (rover en 2018), ayudándonos así a comprender mejor la evolución y la habitabilidad de Marte”.