Norman Borlaug, un agrónomo que cambió el mundo
La Universidad Politécnica de Madrid conmemora el centenario de Norman Borlaug, padre de la agricultura moderna y de la revolución verde y Premio Nobel de la Paz.
26.03.14
Gran luchador contra el hambre en el mundo, Norman Borlaug, transformó la producción de alimentos a escala mundial con sus variedades de trigo semienano. Gracias a sus investigaciones, se le considera el padre de “la revolución verde” ya que representaron importantes cambios socioeconómicos y políticos en los países en vías de desarrollo.
La Universidad Politécnica de Madrid ha recordado a este agrónomo, genetista, fitopatólogo, humanista y Premio Nobel de la Paz (1970), en un homenaje celebrado en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de esta universidad.
A propuesta de dicha Escuela, el 11 de febrero del año 2000, Borlaug fue investido Doctor Honoris Causa por la UPM. Fue su padrino el catedrático Francisco García Olmedo, quién recordó su trayectoria profesional y personal. Borlaug “es la persona que más vidas ha salvado en el siglo XX”, dijo. Tenía entre sus prioridades, “obtener un mayor rendimiento por hectáreas y compatibilidad con el medio ambiente”. Su objetivo era cultivar en “menos suelo con menos agua”.
Todo comenzó en México, con un proyecto para la mejora genética del trigo que fue financiado por la Fundación Rockefeller y el Gobierno mexicano, proyecto que sería el embrión del Centro Internacional para la Mejora del Maíz y del Trigo (CIMMYT). De ahí salieron los famosos trigos semienanos de tallo corto y grueso que, junto con los arroces de ciclo corto, revolucionaron la producción de grano en el mundo. “Consiguió cambiar la arquitectura del trigo”, explicó el profesor García Olmedo.
Un gran científico, un gran hombre
Norman Borlaug “no sólo escribió su propia historia, sino que ayudó con sus resultados de investigación a ayudar a otros a escribir las suyas”, subrayó Carlos Conde, rector de la UPM. Su compromiso continuo para erradicar el hambre le hizo merecedor en 1970 del Premio Nobel de la Paz, en reconocimiento a su preocupación por solucionar este problema y, por la búsqueda de una mejora de la producción alimentaria que contrarrestara los efectos de la explosión demográfica y contribuyera a la consolidación de la paz.
En el homenaje también participaron Saturnino de la Plaza, ex rector de la UPM, Miguel Ángel Garcimartín, director de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de la UPM y Fernando García-Arenal, director del Centro de Biotecnología y Genómica de Plantas de esta universidad.
Saturnino de la Plaza recordó cuando en su etapa de rector de la UPM invistió como “Doctor Honoris Causa” a Norman Borlaug, a la edad de 86 años. Este reconocimiento se debió a su trayectoria científica, académica y profesional y, sobre todo, a su “extraordinaria personalidad”.