Andrés Martín Ferrer estudia en el INEF-UPM. Con una discapacidad del 78%, acaba de quedar en segundo lugar en el campeonato de España de Natación Adaptada.
Pregunta: ¿Cuándo empezaste a competir en natación?
Respuesta: Empecé a nadar con unos 10 años. Recuerdo que mis primeras competiciones de natación fueron en el mar. Hacía travesías a nado, de distancias cortas. Posteriormente, inicié mis competiciones oficiales en piscina cuando ya tenía quince años. En la actualidad, además de la natación federada, sigo haciendo travesías en el mar. En octubre atravesaré a nado, por cuarta vez, la distancia, de alrededor de 3 kilómetros, que separa a la isla de Lanzarote de isla de La Graciosa.
P.- Con una discapacidad del 78% a causa de una parálisis cerebral, ¿cómo se afronta el día a día en tu caso?
R.- Te diría que con normalidad. Es obvio que tengo ciertas limitaciones que intento ir superando a diario. La gente que no me conoce piensa que mis limitaciones son mayores. Pero tengo una vida como cualquier joven, con muchos amigos, que se divierte y disfruta de la vida. Vivo en un Colegio Mayor y mi familia está a 2.000 kilómetros de distancia. Así que tengo que ser lo más autónomo posible con mis clases, mis entrenamientos, etc.
P.- ¿Están nuestras ciudades preparadas para hacer más sencilla la vida a las personas con algún tipo de discapacidad?
Todavía queda mucho por hacer en las ciudades para facilitar la vida a las personas con discapacidad. Noto deficiencias en muchas calles (aceras sin rebaje, obstáculos, socavones, etc.), dificultad para acceder a espacios comerciales y de ocio; también las instalaciones universitarias dejan mucho que desear y el transporte público no siempre está adaptado o falla.
P.- Pese a tu dolencia, has logrado quedar segundo en el campeonato de España de Natación Adaptada. ¿Qué dirías a los que piensan que la discapacidad es el fin del deporte? ¿Cómo te ha ayudado la práctica deportiva a superar tus limitaciones físicas?
R.-He quedado subcampeón de España de 200 metros espalda en la categoría S4 (las categorías físicas van de S1, que sería máxima discapacidad, a S10 que sería mínima). El deporte y la actividad física, si se desea, se pueden realizar, aunque obviamente adaptado a las limitaciones que cada uno tenga. En mi caso, practico natación y ciclismo acorde con mis condiciones físicas. No creo que la discapacidad tenga que ser el fin del deporte. Es más, te diría que para muchas personas la discapacidad ha supuesto estimular la práctica deportiva. Por ejemplo tengo un amigo que, tras perder una pierna en un accidente de moto, se ha convertido en campeón del mundo de paraduatlón. Otro amigo, Rafa Botello, ha sido paralímpico en varias ocasiones y en unas semanas estará en Río. Precisamente, en las últimas paraolimpiadas, Rafa me invitó a Londres y estuve con él en la Villa Olímpica.
El deporte me ha ayudado a estar más activo y a mejorar mi estado físico y mental. Y todo ello ha contribuido a que sea más independiente y a desenvolverme mejor por mí mismo.
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