Diversos estudios en los que participa la UPM concluyen que la mitad de los edificios de las dos principales ciudades del país sufrirían daños severos si ocurriera un nuevo temblor de la corteza terrestre como el de 2010, bastante probable por la carga sísmica acumulada en fallas cercanas.
Investigadores de la UPM colaboran en el desarrollo de un prototipo de bajo coste que permite la detección remota de gases peligrosos a partir del análisis de los cambios de color experimentados por ciertos compuestos en presencia de este tipo de gases.