Este indicador de sostenibilidad medioambiental mide la totalidad de los gases de efecto invernadero que se emiten, tanto de forma directa como indirecta.
Investigadoras de la UPM proponen un conjunto de prácticas de gestión del suelo económicamente atractivas para los agricultores que, a su vez, podrían reducir las emisiones de gases de efecto invernadero producidas en la agricultura.