Un robot inteligente para ayudar a los niños con TDAH a centrarse en sus tareas
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid en con colaboración de la Universidad Rey Juan Carlos desarrollan un robot inteligente capaz de monitorizar la actividad de los niños con TDAH y ayudarles a evitar las distracciones en la realización de tareas cotidianas como la realización de los deberes, contribuyendo así en el adecuado aprovechamiento de las clases.
22.02.2021
¿Y si un robot inteligente fuese capaz de monitorizar de manera individualizada la actividad de un niño con TDAH de manera que le ayudase a crear hábitos sanos o a centrase cuando se produjese una distracción? Esa es la propuesta del proyecto ATENT@ en el que participa un grupo de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) que pretende desarrollar entornos domésticos inteligentes que, mediante la aplicación de la robótica y las tecnologías IoT, ayuden a los menores a mantener la atención mientras se enfrentan a una actividad de la vida cotidiana como es el hacer los deberes.
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una afección crónica que afecta a millones de niños y continúa en la edad adulta. Entre los síntomas a los que da lugar se encuentran dificultad para mantener la atención, hiperactividad y/o comportamiento impulsivo, entre otros.
“La sintomatología que presenta el TDAH puede hacer que, para los niños que lo padecen, tenga una complicación adicional la realización de actividades cotidianas, como los deberes o mantener la atención en clase, de forma exitosa”, explica María Luisa Martín Ruiz, del Departamento de Ingeniería Telemática y Electrónica de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería y Sistemas de Telecomunicación de la UPM (ETSIST-UPM) y una de las investigadoras del proyecto. “De ahí que nos propusiésemos aplicar tecnologías de creación de entornos inteligentes y robótica con el fin de ayudar a estos menores a mantener la atención mientras realizan sus deberes en casa, como un elemento más de apoyo que ayude a mejorar su calidad de vida”, añade.
Como primer paso, los investigadores han desarrollado objetos inteligentes que se acoplan a objetos cotidianos dentro del hogar, como el escritorio o la silla, y que permiten monitorizar el comportamiento de niños con TDAH durante una actividad de la vida cotidiana de cualquier niño; en este caso la actividad de realización de deberes. Estos objetos se conectan a un robot que analiza los datos e interactúa con el menor ayudándole a centrar su atención.
“Los objetos inteligentes integrados en el hogar son los que detectan y formalizan las acciones del niño acorde a pautas de interés establecidas por los terapeutas dentro de la actividad que se está considerando. Sin embargo, estos objetos son invisibles para el niño que solo tiene al asistente robótico como elemento de interacción. El robot es el que establece un diálogo limitado con el niño orientado a realizar pequeñas intervenciones en su estado para que pueda volver a focalizarse en la actividad que estaba realizando” explica Iván Pau, investigador de la ETSIST-UPM y también participante en el proyecto.
Seguimiento personalizado, constante y online
Tras realizar algunas intervenciones básicas localmente, la información es almacenada externamente en un repositorio de seguimiento que está disponible, con las garantías adecuadas, para las personas involucradas activamente en su vida diaria: familiares directos, terapeutas y profesores. “Obtenemos una gran cantidad de datos sobre la interacción del niño, sus interrupciones, distracciones, los tiempos que tarda en realizar las tareas, etc. Toda esta información se encuentra disponible para los profesionales que pueden incorporarla como información adicional para afinar sus sesiones terapéuticas con el niño”, añade Santiago Berrezueta, investigador de la Universidad Politécnica de Madrid.
Los primeros resultados obtenidos dentro de ATENT@ ponen de manifiesto su utilidad para mejorar la terapia de los menores, complementando las sesiones terapéuticas clásicas al permitir a los profesionales entender el nivel de rendimiento de los niños en sus entornos naturales y contribuyendo a la generalización de los aprendizajes producidos en las sesiones de terapia clásicas.
“Las pruebas de funcionalidad realizadas hasta el momento muestran que la solución desarrollada puede representar una ayuda significativa para la traslación de los conceptos trabajados en las sesiones terapéuticas al entorno natural del niño. Esto implica la extensión de las acciones terapéuticas a espacios ajenos al centro terapéutico que puede suponer una ventaja tanto a nivel clínico, ayudando al niño en su espacio natural y evitando limitaciones de tiempo, como a nivel organizativo”, explica María Luisa Martín.
“Las terapias no farmacológicas del TDAH se basan en la réplica de actividades cotidiana asistidas por un terapeuta ocupacional en un entorno clínico. Esto implica dificultades que se plantean por la necesidad de trasladar al niño a un centro, puesto que la familia no siempre tiene el tiempo necesario para hacerlo y, por otro lado, es difícil conseguir la generalización de los aprendizajes. Las sesiones suelen limitarse comúnmente a dos sesiones por semana, como máximo, algo que normalmente no es suficiente. Motivando que no sea evidente la efectividad del tratamiento a corto plazo, lo que hace que las familias puedan abandonar el tratamiento”, explica la investigadora Nuria Máximo Bocanegra de la Universidad Rey Juan Carlos que también participa en el proyecto. Si a ello le sumamos la situación actual de pandemia, se hace necesario lograr una reducción de las visitas a los centros sin que se vea perjudicada la atención con el fin de reducir así las posibilidades de contagio. “Facilitar la realización de acciones terapéuticas a distancia en niños con este trastorno representa un apoyo para sus familias y sus terapeutas sobre todo en épocas donde es necesario limitar en la medida de lo posible las interacciones directas como ocurre actualmente”, concluye Nuria Máximo Bocanegra.