Las variedades de trigo españolas, claves en la mejora del cultivo
Un estudio en el que ha participado investigadores de la UPM demuestra que la variabilidad genética del trigo en España favorece la adaptación de este cereal al cambio climático y abre la puerta a su uso como vía de mejora para garantizar la producción.
01.06.2020
El trigo es uno de los cereales básicos en nuestra dieta y, en el caso de España, uno de los que ocupan una mayor superficie de cultivo. De hecho, solo para este año 2020, la FAO prevé una producción mundial de 763 millones de trigo, un nivel comparable al de 2019 que da una idea de la importancia de su cosecha a nivel mundial. No obstante, no todas las variedades de trigo son genéticamente iguales ni tienen la misma capacidad para adaptarse a circunstancias adversas.
Un estudio en el que han participado investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), muestra la amplia variabilidad genética de las diferentes variedades de trigo blanco y duro en España y analiza cómo pueden emplearse para mejorar la producción y como recurso científico para estudiar características genéticas implicadas en la calidad de las cosechas.
“Las variedades locales españolas de trigo blando y duro poseen una alta diversidad genética. Los análisis a nivel genómico han mostrado patrones de variación diferentes entre las variedades locales (las que tradicionalmente se usan en algunas regiones) y las modernas (las que de manera más habitual se utilizan para la producción comercial). Estos resultados ponen de manifiesto el enorme potencial genético de las variedades locales para su utilización en programas de mejora del trigo”, explica Laura Pascual, del grupo de Mejora Genética de Plantas de la UPM.
Uno de los principales retos de la producción de cereales a nivel mundial es lograr variedades de cultivo adaptados a condiciones climáticas desfavorables y que contribuyan a una agricultura más sostenible. Y es ahí donde la gran diversidad genética del trigo español, muy superior a la de otras variedades procedentes de otros lugares del mundo, puede jugar un papel muy importante.
“La utilización de variedades locales en programas de mejora requiere de una exhaustiva caracterización genética previa que valide el potencial de ese germoplasma. Este estudio ha puesto de manifiesto el gran valor de las variedades locales españolas de trigo como recurso fitogenético utilizable para el desarrollo de nuevas variedades y como recurso científico-técnico para la búsqueda de nuevos alelos relacionados con caracteres de interés”, añade la investigadora Patricia Giraldo también de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas (ETSIAAB) de la UPM.
El trigo no comercial, el que presenta mayor variabilidad
El trabajo, que empleó técnicas de genotipado por secuenciación masiva para estudiar las diferencias genéticas entre las distintas especies de trigo, también pone de manifiesto que, las variedades locales presentan mucha más variabilidad que las variedades modernas comerciales, y que en el desarrollo de la variedades actuales, ha habido muy poca participación de dichas variedades locales, en especial en el caso del trigo duro.
“Se trata de una revelación importante porque demuestra que las variedades locales que tenemos en diferentes zonas geográficas y que actualmente no se están utilizando para su comercialización, conservan características genéticas relacionadas con caracteres agronómicos importantes que podrían contribuir a la mejora de la producción, en especial en ambientes desfavorables”, explica Elena Benavente, otra de las investigadores de la ETSIAAB que han participado en este trabajo.
El estudio de esas diferencias genéticas y de cómo podrán emplearse para mejorar el cultivo llegando incluso al sistema comercial para la elaboración de ciertos productos tradicionales es, para los investigadores, una de las principales aportaciones de este trabajo.
“Además de su aplicación en programas de mejora, las variedades locales constituyen un material de gran interés para el sector productivo agrícola que opera con técnicas de manejo ecológico por su excelente adaptación a sistemas agrícolas tradicionales, caracterizados por bajos insumos”, explica.
Y por ello es en esa línea de actuación, hacia donde orientan parte de su trabajo desde este grupo de investigación. “Actualmente, nuestro grupo de investigación está en contacto con un grupo operativo nacional (TrigoPaneco) que tiene como objetivo principal la mejora de la calidad de los trigos producidos en cultivo ecológico”, explica Patricia Giraldo. “Este grupo, liderado por el Instituto Vasco de Investigaciones Agrarias (NEIKER), agrupa a institutos de investigación agraria, cooperativas de productores, y harineras de País Vasco, La Rioja, Navarra, Castilla y León, Aragón y Cataluña. De esta colaboración esperamos poder seleccionar variedades locales de calidad que puedan llegar a cultivarse directamente, destinadas al mercado de elaboración de panes y otros productos tradicionales”.
En el estudio que ha sido publicado en la revista BMC Genomics han participado también investigadores del Centro Nacional de Recursos Fitogenéticos (INIA-CRF) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo de México (CIMMYT). Parte de este trabajo forma parte de la tesis doctoral de Matilde López Fernández, contratada predoctoral del Programa Propio de la UPM.
Pascual et al. Genomic analysis of Spanish wheat landraces reveals their variability and potential for breeding BMC Genomics (2020) 21:122 https://doi.org/10.1186/s12864-020-6536-x