España, innovadora en tecnología aeronáutica

Una jornada organizada por la Fundación Círculo en la ETSI Aeronáutica y del Espacio pone de manifiesto el papel del sector aeronáutico como motor de innovación en nuestro país.

14.02.16

En España, en el ámbito de la I+D+i aeronáutica, esa ‘i’ minúscula toma un gran protagonismo, pues es mucha la innovación aeronáutica que se desarrolla al servicio de los ciudadanos. Basta con pensar en cómo ha evolucionado la aviación en tan sólo cien años, desde el primer vuelo de los hermanos Wright hasta otro gran hito como es la aparición del A-400M. Y toda esa evolución se debe a la innovación, a cómo se ha aplicado la tecnología para conseguir unos productos que no sólo permiten mayores capacidades técnicas, sino también una “democratización” en el acceso al transporte aéreo y un menor impacto medioambiental.

Con el objetivo de poner de manifiesto dichos avances y conocer cómo se encuentra el sector actualmente y cómo afronta los retos del futuro, la Fundación Círculo de Tecnologías para la Defensa y la Seguridad ha celebrado en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio (ETSIAE) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) la jornada “Tecnologías Innovadoras en el Ámbito Aeronáutico”.

En ella han confluido empresas del sector, universidad e instituciones vinculadas a este sector. TEDAE, la Asociación Española de Tecnologías de la Defensa, Aeronáutica y Espacio, ha dado una perspectiva histórica del desarrollo del transporte aéreo, para llegar a la conclusión de que “la innovación en aeronáutica nos da un gran retorno económico, tecnológico y social”. De hecho, según los datos que aportó el director general de TEDAE, “por cada 100 euros invertidos por la industria aeronáutica en I+D+i se incrementa el PIB en 700 euros”. Es por tanto, un sector anticíclico, acelerador económico y con una gran proyección de futuro.

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Pero en este sector, los avances han ido muy de la mano del sector de la Defensa y la Seguridad, estableciendo sinergias y aprovechando los descubrimientos de uno y otro para alcanzar nuevas metas. Por ello, en la jornada, se habló de la gestión de proyectos de defensa, de “cómo los requisitos imprescindibles de esos productos del ámbito militar que son: alcance, calidad, seguridad e interoperabilidad hacen que los programas de Defensa sean más largos y costosos”, en palabras del jefe del departamento de Propulsión del INTA, quien además abogó por “una mayor formación en cuanto a gestión de proyectos en la Universidad, pues ello aumenta la empleabilidad de los futuros ingenieros”.

Uno de los paradigmas de la innovación es el A-400M, que ocupó gran parte de la jornada. Los desarrollos realizados en torno a él que han sido liderados en España fueron enumerados por el responsable de Gestión de R&S Management Military Aircraft (Airbus Defence&Space): “planta de potencia, tren de aterrizaje, comunicaciones militares, MIDS y MMS, el sistema DASS o la definición de transporte de carga, e incluso que el responsable técnico del diseño esté en nuestro país, sea uno de nuestros ingenieros (Miguel Ángel Morell)”.

La jornada contó además de con expertos ponentes, con una mesa redonda sobre esas tecnologías innovadoras con representantes de la industria (ARGOS, GMV, Indra), de las instituciones (Isdefe, Ejército del Aire) y de la universidad (UC3M y UPM). El debate fue moderado por Marina Villegas, directora de la Agencia Estatal de Investigación del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad.

La conclusión de esta mesa es que en este sector se necesita una innovación constante y un apoyo decidido por lo aeronáutico por parte de las instituciones. En cuanto a la colaboración empresa y Universidad, ésta debe ser más “viva”, ir todos de la mano con un mismo objetivo.

Innovando en “verde”, el caso de Clean Sky 2

Dentro del programa, se dedicó un espacio a explicar en qué consiste la iniciativa europea Clean Sky, que se encuentra actualmente en su segunda fase, denominada Clean Sky 2. Esta iniciativa en el marco de Horizonte 2020 y de carácter estrictamente civil tiene como meta reducir el impacto medioambiental de las aeronaves según los objetivos marcados por ACARE (reducción de 75% de emisiones de CO2, del 90% en el caso del NOx y del 65% del ruido). Pero al mismo tiempo mejorar la competitividad de la industria europea y ver la incidencia que tiene en la sociedad. Según recordó el responsable del programa en el CDTI, se estructura en cuatro bloques de demostradores (vehículos, sistemas, ecodiseño y pequeño transporte) y se espera que alcance la cifra de 1000 participantes que consigan esa aviación más verde, más sostenible.

En la clausura de la jornada, Marina Villegas hizo hincapié en que Clean Sky es una “buena apuesta de la UE”. Esta parte del programa, hasta el momento arroja unos buenos resultados de retorno que están en torno al “14,7% de la subvención puesta en juego”.